Los vaivenes de la historia de Safi están íntimamente ligados a su vocación portuaria.
Contador fenicio, según el geógrafo Tolomeo, probablemente frecuentado posteriormente por los romanos, el nombre Asfi aparece en escritos árabes del siglo XI.
Con Safi Hadirat al Mouhit o Ciudad del mar circundante, para usar la expresión de Ibn Khaldoun, Safi aseguró, como puerto de la capital Marrakech del imperio almohade en el siglo XII, relaciones directas con Andalucía y presentado en forma de un espacio altamente urbanizado, dotado en particular de importantes fortificaciones y una gran mezquita central.
Compuesto por dos entidades urbanas, la ciudad fue enriquecida, en el siglo XIV, por una medersa, construida por Aboul Hassan Al Marini, un bimaristan (hospital) y muchas otras instituciones, un qaysaria, un mohtasseb, as y ya que Safi se consagró como un lugar de importantes intercambios que comerciaba con Génova, Sevilla y Marsella. En el siglo XV, Safi se abrió al comercio europeo.